miércoles, 18 de marzo de 2009

La vendedora de pañuelos.



La foto está tomada en Addis Abeba (Etiopía), en la Bole Road en el corazón de la ciudad, la niña de los pañuelos nos vio de lejos, aquí los farangi (extranjeros) somos fácilmente reconocibles, vino y nos ofreció su mercancía junto a la mejor de sus sonrisas, a su lado un limpiabotas nos mira curioso mientras se esmera en atender a una clienta.

lunes, 2 de marzo de 2009

El cielo y el infierno.



Cuenta una leyenda que el discípulo le preguntó al su maestro:

- Dime Maestro,¿cuál es la diferencia entre el cielo y el infierno?.

A lo que el Maestro le respondió:

- Es muy pequeña, sin embargo tiene grandes consecuencias. Ven te mostraré el infierno.

Entraron en una habitación donde un grupo de personas estaba sentado alrededor de un gran recipiente con arroz, todos estaban hambrientos y desesperados, cada uno tenía una cuchara tomada fijamente desde su extremo, que llegaba hasta la olla. Pero cada cuchara tenía un mango tan largo que no podían llevársela a la boca. La desesperación y el sufrimiento eran terribles.

-Ven, dijo el Maestro después de un rato, ahora te mostraré el cielo.

Entraron en otra habitación, idéntica a la primera, con la olla de arroz, el grupo de gente, las mismas cucharas largas pero, allí, todos estaban felices y alimentados.

- No comprendo, dijo el discípulo, ¿Por qué están tan felices aquí, mientras son desgraciados en la otra habitación si todo es lo mismo?.
-¿No te has dado cuenta?, sonrió el Maestro, como las cucharas tienen los mangos muy largos, no se pueden llevar la comida a la boca, pero aquí, en el cielo, han aprendido a alimentarse los unos a los otros.

Cuento oriental.


Supongo que la línea que separa el cielo del infierno es muy delgada, pero solamente nosotros decidimos en que lado de la línea deseamos vivir.


Biel Pons

domingo, 1 de marzo de 2009




Y el principe llego de Etiopía.